Hace ya un tiempo que el tejido y el fieltro me llevan a distintas ciudades del interior.
Allí de donde me convocan, llego con mi valija llena de tejidos, prendas y accesorios afieltrados, agujas tuneadas y muchísimo entusiasmo.
La travesía es, de por sí, toda una aventura.
Varias veces empieza en la terminal de Retiro, donde me encuentro generalmente a la medianoche preguntándome por qué este lugar no tiene ni un guardia de seguridad a la vista. He pasado mi valija entre bebés durmiendo casi en el suelo, sobre hermosas mantas bordadas que, imagino, eran bolivianas. He tomado el micro casi por casualidad, por no haber ni una persona a quién preguntarle un horario.
La llegada también es curiosa. Más de una vez llegué a una terminal sin saber quién iría a buscarme. O preguntándome cómo estaría mi cara a esa hora, las 6 AM, sin haber podido acicalarme como sería debido. Qué desilusión debe ser conocer a alguien en la pantalla, correctamente maquillada y peinada, y luego encontrarse con esto otro!!!!
Ahora sí. El recibimiento por parte del anfitrión y del público compensa ampliamente cualquier peripecia. Además de recibir en cada viaje un "Ahhh!!! Sos más flaca que lo que se ve en la tele!", recibo mucho cariño, agradecimiento, regalitos, entusiasmo, de todo!
Fue así que conocí a Alicia Sappa, de Mar del Plata, cuando visité su Malén, en la calle San Martín.
Algo más cerca, pero también multitudinario, fue el encuentro en Wilde. Allí la familia Invernizzi me recibió como si fuera una reina! Vean qué cartel me preparó Silvia.
Hace poco fue el turno de Silvia Pagliaro, en Tandil. Allí enseñé fieltro a dos grupos de entusiastas asistentes.
Allí de donde me convocan, llego con mi valija llena de tejidos, prendas y accesorios afieltrados, agujas tuneadas y muchísimo entusiasmo.
La travesía es, de por sí, toda una aventura.
Varias veces empieza en la terminal de Retiro, donde me encuentro generalmente a la medianoche preguntándome por qué este lugar no tiene ni un guardia de seguridad a la vista. He pasado mi valija entre bebés durmiendo casi en el suelo, sobre hermosas mantas bordadas que, imagino, eran bolivianas. He tomado el micro casi por casualidad, por no haber ni una persona a quién preguntarle un horario.
La llegada también es curiosa. Más de una vez llegué a una terminal sin saber quién iría a buscarme. O preguntándome cómo estaría mi cara a esa hora, las 6 AM, sin haber podido acicalarme como sería debido. Qué desilusión debe ser conocer a alguien en la pantalla, correctamente maquillada y peinada, y luego encontrarse con esto otro!!!!
Ahora sí. El recibimiento por parte del anfitrión y del público compensa ampliamente cualquier peripecia. Además de recibir en cada viaje un "Ahhh!!! Sos más flaca que lo que se ve en la tele!", recibo mucho cariño, agradecimiento, regalitos, entusiasmo, de todo!
Fue así que conocí a Alicia Sappa, de Mar del Plata, cuando visité su Malén, en la calle San Martín.
Alicia y yo frente a sus Malenas.
Las malenas a full!
En Tres Arroyos me encontré con Ma. Laura Chiodi y sus chicas. Toda gente muy cálida, entusiasta, generosa y alegre.
Maria Laura, Cristina y .... (se me borró el nombre!)
Me recibieron con ensalada de flores y un increible almuerzo en el campo
Todas las chicas disfrutando un día espectacular
Qué alegría fue llegar a la Patagonia de la mano de Chilo Bouciguez, en Neuquén! Esta ciudad y esta intrépida emprendedora ostentan el récord de asistencia. Lograron juntar dos grupos de 200 personas!!!
El salón explotaba de gente!
Toda la gente de Chilo y su "Madejas".
También tuve el honor de llegar a Bariloche y dar una clase de fieltro junto al lago Nahuel Huapi. Allí fue de la mano de La Rueca, con Alicia O´Farrell.(No tengo fotos de ese día!!! En breve consigo algo)
Cuánta gente convocó Juan Invernizzi...
Parte de la familia de Inverlan
Hace poco fue el turno de Silvia Pagliaro, en Tandil. Allí enseñé fieltro a dos grupos de entusiastas asistentes.
La bella Tandil a mis espaldas.
Admirando el fieltro que tiene Silvia en su local
Y conocí la esquina de Época de Quesos.Allí compré los quesos y fiambres más ricos que comí en mi vida. Si bien ya no me queda nada de ellos, me han dejado un recuerdo, imborrable hasta ahora, que la balanza me recuerda tenaz y cruelmente.
Si algún maleante me hubiera puesto en la encrucijada de "la bolsa o la vida"... creo que hoy no estaría escribiendo esto.
Y a todo esto... cuál es mi conclusión? Sin duda, que quiero seguir recorriendo todos los lugares posibles e ir haciendo gente querida en todos ellos.
Gracias a todos los que me recibieron con tanto cariño!!
Alicia Sappa, María Laura Chiodi, Chilo Bouciguez, Alicia O´Farrell, Familia Invernizzi, Silvia Pagliaro, Andrea Yarad (de Salta).
Mis amigas del interior
Reviewed by peru
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13:04
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